miércoles, 1 de junio de 2016

Sobre armas, armamentos y belicosos



Sobre armas, armamentos y belicosos

Los leonlandeses no utilizamos ningún tipo de armas de guerra, trátese de armas reales o virtuales. Para nosotros, las armas son creaciones humanas que desde el inicio, quizás en tiempos tan remotos que no tenemos registro de ellos, sólo han servido para demostrar la escasez o nulidad de espíritu de buena voluntad.

En el Estado Libre, Soberano e Independiente de Leonlandia del Sur ni tan siquiera existen cuchillas o cuchillos para cortar grandes trozos de carne, ya que aquí impera el vegetarianismo y toda arma blanca es arma al fin.

No estamos a favor de que los niños reciban como regalo un arma de guerra de juguete, nos parece falto de toda ética, amor al niño y a su constitución como futuro ciudadano, además, fomenta la agresividad, la irracionalidad y realza la postura que, teniendo un arma de guerra, el ser humano se siente más seguro de sí mismo, cuando esta seguridad sobre la propia identidad, debe provenir de su fuero interno, de su conocimiento a cerca tanto de las rectas como correctas relaciones humanas.

En muchas partes del mundo se ostentan frente al público durante los actos patrióticos  el arsenal bélico que se posee, sólo para demostrar que se es poderoso, cuando en realidad el verdadero poder pasa por el enfoque en un efectivo sistema educativo armónico, la investigación científico-académica para el bien común, el avance tecnológico-ecológico, la comprensión de la multiplicidad en la unidad, el amor a todo ser vivo, en síntesis, la resignificación de los valores por los cuales vivir.

Citamos para ello, las palabras de Alice A. Bailey:

Valores para Vivir

El Amor a la Verdad: esencial para una sociedad junta, incluyente y progresista;

El Sentido de la Justicia: el reconocimiento de los derechos y necesidades de todos;

El Espíritu de Cooperación: basado en una buena voluntad activa y el principio de las rectas relaciones humanas;

El Sentido de la Responsabilidad Individual: con respecto al grupo, la comunidad y los asuntos nacionales;

El Servicio al Bien Común: mediante el sacrificio del egoísmo. Sólo lo que es bueno para todos es bueno para cada uno de nosotros.

Estos valores son espirituales e inspiran la conciencia y la mentalidad de aquellos que sirven a fin de crear un modo de vida mejor.

Aspiramos que la seguridad no pase por tener armas, sino por sentir plena consciencia de que la vida nos ha sido dada para proteger al desamparado, apoyar las ideas que resaltan y estiman la convivencia pacífica y llevarlas a la práctica.



Cuando la humanidad comprenda que debe existir equilibrio social basado en la justa distribución de las riquezas y que por otro lado, la ostentación egoísta de bienes materiales, con ganancias exageradas y mayormente de dudosa procedencia, genera enojos, envidias, malos entendidos, por lo tanto robos, asaltos, saqueos e invasiones territoriales con todo lo que conlleva la destrucción de un territorio, la muerte y mutilación de millones de seres vivos, la subsunción a esclavitud física, económica y moral, y finalmente comprenda la igualdad fraternal entre los seres vivos y la libertad como premisa indispensable para el desarrollo de la creatividad hacia lo bueno, lo bello y lo verdadero, habremos logrado en el mundo entero la paz perpetua.

Sir William Fox Talbot
Ideólogo y Revolucionario, Líder del Partido A.c.O.P. (Animalitos contra la Obsolescencia Programada)



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