sábado, 25 de febrero de 2017

Futuro por pasado


Paseo del Siglo cambió "futuro por pasado" y nos anclamos en la edad media.

Velas sin romanticismo, vecinas cultivando el arte de sentarse en el balcón con abanicos, vecinos luciendo la ausencia de musculatura por las terrazas y un desfile de batones, shorts diminutos, jeans recortados y remeras sin mangas digno de esta época carnavalesca.

Las zonas sin electricidad van variando pero no las caras de culo.

Sí, cambiamos futuro por pasado y nos deslizamos con celeridad a retornar ineluctablemente al mundo de las penumbras cuyo conocido paisaje, ya experimentado en épocas de Cavallos, helicópteros y comercios cerrados, augura un año de bombos sin platillos y cacerolas tamborileras.

Quien ascendió en la escala social a una casta superior durante la década anterior porque pudo viajar, comprar un aire acondicionado y un auto nuevo y así evolucionó hacia el gorila, hoy desea por lo menos llegar al peldaño de homo habilis y retomar las herramientas de su fábrica o comercio que debió cerrar hace un mes cuando la avalancha de boludeces made in China.

Sin electricidad, sin capital, sin trabajo y con todo el resentimiento encima, el gorila se pasea en taparrabos por los balcones del Paseo del Siglo puteando al cambio climático en voz alta, en tanto en su mente sabe que la culpa es propia por haber creído que los jinetes del apocalipsis eran huestes angélicas.

La vela, que se consume más rápido en verano que en invierno, ocupa el centro de la mesa donde antes hubo una frutera cargada de manzanas, naranjas, racimos de uvas y limones y donde los domingos, se posaba la fuente con suculento asado.

Cambiamos, sí, cambiamos futuro por pasado, cambiamos aire acondicionado por el abanico que usaba mi bisabuela.

William Fox Talbot
Pte. del Estado Libre, Soberano e Independiente de Leonlandia del Sur




jueves, 16 de febrero de 2017

Mayúsculas y minúsculas




No por nada necesitamos en la lengua alemana escrita el uso de las mayúsculas para los sustantivos.

Les dejamos aquí una serie de frases donde se evidencia la utilidad de las mayúsculas.




Un aporte de la Cofradía Universitaria Kat & Кошка


jueves, 9 de febrero de 2017

¿Por qué en Leonlandia del Sur no utilizamos vajilla descartable?


Los leonlandeses tenemos muy en cuenta los problemas ambientales que genera la utilización de plásticos de todo tipo.

Cuando hacemos compras, utilizamos nuestros propios bolsos de tela para transportar la mercadería. Preferimos comprar en aquellos lugares donde no embolsen los productos, como por ejemplo las verdulerías y panaderías. Así mismo, hay forrajes donde venden productos de limpieza biodegradables sueltos y debemos llevar nosotros los bidones para cargarlos.

Al no consumir carnes de ningún tipo, no tenemos necesidad de lavar con detergentes por lo que usamos jabón común que no daña el medio ambiente.

En Leonlandia del Sur no renovamos a cada rato los electrodomésticos porque concebimos que mientras funcione, todo está bien. De hecho, tenemos un antiguo ventilador de los años ‘60 que está en perfectas condiciones de uso para pasar un rato agradable en los balcones cuando el calor por las noches agobia y queremos disfrutar de nuestros espacios aéreos.

Con nuestra vajilla y utensilios sucede lo mismo. La vajilla diaria es heredada, en tanto la otra, fue un precioso regalo que recibimos hace muchos años. Los utensilios son muy antiguos, por sobre todo las cucharas de té, todas heredadas de las bisabuelas. 


Cuando el desayuno, hay gran desfile de diferente tazas, vasos, platos de pan y compoteras que alguna vez pertenecieron a nuestros ancestros. Si un platito de pan se rompe, por ejemplo, no hay problema, ya tuvo su largo tiempo de uso. Nuestros utensilios son de alpaca y bronce. Las cucharitas de té y café son de variados diseños e incluso tenemos una enorme cuchara que ha servido antaño (y aún sirve) para revolver guisos, sopas y consomés.


Cada pieza tiene una historia. Por ejemplo, este coladorcito de té es muy antiguo y data de mediados del siglo XIX, desde siempre ha estado en la familia. La base es de alpaca, el colador es de bronce y su asa es de cobre. Como se puede apreciar, el calado de los agujeritos del colador está hecho a mano, agujerito por agujerito. Y por supuesto lo seguimos usando cada mañana.


Nunca hemos comprado vajilla plástica descartable para fiestas, festejos o festividades. Siempre hemos puesto sobre la mesa nuestra vajilla de loza e incluso alguna antigua de cobre.

Los descartables son muy cómodos porque terminada la reunión, no es necesario lavar nada, pero la naturaleza padece de nuestra comodidad pues bien sabemos que los descartables plásticos tardan millones de años en biodegradarse. Mientras tanto, el ser humano, por comodidad como bien dije antes, sigue contaminando mares, ríos, lagos, playas, bosques, ciudades enteras e incluso hasta los lugares más recónditos del planeta están invadidos por plásticos.

Fomentemos el uso de la vajilla diaria y la de ocasión para las reuniones, los descartables, más allá de carecer de toda estética, están contaminando el planeta.

Oma Frida


Nota: como ven, una de las gatitas leonlandesas, Free, me acompañó a escribir este artículo. 



sábado, 4 de febrero de 2017

¿Es el polo un deporte para niños?


Desde hace años existen equipos juniors dentro del polo y es una gran sorpresa para muchos que chicos de diez años y menos también ya están montando, taqueando y aprendiendo las reglas de oro de este apasionante deporte.

Las virtudes del polo son muchas, entre las cuales, podemos destacar en principio las de respeto, amor y cuidados del propio caballo. El polo aporta una mirada distanciada de la violencia y nos otorga la capacidad de crear un lazo de confianza mutua entre el polista y su caballo. No hay nada más importante que esta dupla se fusione y actué como una unidad en el campo de juego.


Un niño que se acerca al polo, sea ya porque le interesa el deporte por haber visto partidos o porque en la familia haya polistas, aprende que la entereza y la ternura van de la mano y que con constancia y aplomo se logra ser un verdadero “caballero”, ateniéndome al origen del término.

Todo niño al acercarse a un caballo siente la sensación de un animal que es enorme y todo temor inicial que pueda existir se aleja inmediatamente cuando evidencia la temperancia y distinción que caracterizan a los caballos de por sí y en especial a los caballos que distinguen a nuestro deporte.

Aprender a montar es experimentar la amistad más pura que puede haber entre un ser humano y un animal: el primero no es dueño del segundo, es su guía, su instructor y su inseparable compañero; el segundo no se somete al primero: lo acompaña en la aventura de jugar al polo.

Es así entonces, que la dupla polista-caballo piensa y actúa como una unidad al momento de jugar un partido o asistir a una práctica, y esta unidad o fusión se completan con el taco al que diestramente hay que utilizar a la hora de perseguir los recorridos de la bocha.

El taco, flexible y enhiesto a la vez, es un arma en las manos no entrenadas y una herramienta de trabajo en las manos adiestradas, de este modo, el taco debe convertirse en una prolongación del propio brazo o un miembro más del propio cuerpo. Y hablando del cuerpo, hay que tener siempre presente que montar no es estar sentado cómodamente sobre el caballo, es saltar continuamente por lo que hay que entrenar al cuerpo a resistir los embates de un partido, por eso, es tan importante que cuando un niño decide jugar polo, tiene que tener presente que un día habrá velocidad y ritmo, pero que por ahora todo es más lento y calmo. Como bien decía, el cuerpo se tiene que adaptar al compás del juego y por cuerpo, también entendemos sus órganos, pues es común que los riñones a veces se quejen de los continuos saltos. 


La foto arriba, nos da la idea de lo que muchas veces sucede: un calambre o dolores musculares. El polo exige disciplina física que se va logrando con los años de práctica, de golpes y de alguna caída, pero a no alarmarse porque en todo deporte existe algún malestar y puedo dar fe que en el polo es mínimo comparado con otros deportes.

Una última reflexión: el polo es una gran familia; una familia donde los polistas, los espectadores, los fans y los caballos narran historias de grandes sueños que comenzaron con pequeños pasos sobre una parcela con césped y continúan y se agrandan en la Catedral de Palermo.
  
William Eric Fox Talbot




viernes, 3 de febrero de 2017

Cursos de Alemán


OMU: Año de la Promoción del diálogo, respeto y cooperación


Promoción del diálogo, respeto y cooperación: reflexiones de algunos leonlandeses

Dos temas esenciales me surgen a partir de esta nota clave: el diálogo respetuoso y el respeto por el diálogo. El diálogo respetuoso apunta al consenso y al disenso en el marco de la observancia de la habilidad de disentir sin agraviar y consentir sin ser pusilánime o adulador. Respecto a la cooperación, no solo es una participación activa frente a una propuesta, sino que también apunta a la sustentabilidad en tiempo y espacio de una acción emprendida en conjunto.

Oma Frida
  
El diálogo, la función dialógica comprende la emisión, el canal y la recepción de determinada información, que procesada implicará una respuesta del receptor, creándose un canal fluido comunicacional. Dentro de este contexto de circulación de la palabra, el emisor tomó un elemento incoactivo para comenzar el diálogo. Tales elementos van desde el saludo hasta una proposición espontánea. La normativa dialógica, entre dos o más hablantes, se afecta cuando la falta de respeto aparece como la “superposición” de los hablantes o cuando una de las voces se yergue sobre las otras. El respeto, por su parte, fuera y dentro de la acción dialógica, tiene como base la dependencia de la dupla causa-efecto: Una acción, implica una reacción y por ende un resultado. La carencia de una mirada apriorística de las acciones a llevarse a cabo  induce al error (conceptual, por ejemplo), al anatema (el desplazamiento de alguien), tal que al padecimiento de la propia acción por omisión o desidia. En este sentido, la cooperación tiene la función de enlazar la mirada apriorística sobre los actos y las consecuencias de los mismos: si talo un árbol me quedo sin sombra y sin frutos, si talo un bosque afecto a todo un ecosistema; en tanto la inversa: si planto un árbol, tendré sombra y frutos, si planto un bosque crearé un ecosistema.

Violeta


El diálogo sirve para entendernos pero muchas veces no entendemos nada cuando la conversación es sobre temas de adultos que son muy complicados, entonces los chicos no podemos participar o sí podemos participar pensado mucho lo que vamos a decir. También pasa que cuando dialogamos en Esperanto en la calle, las personas que pasan nos miran porque no entienden qué decimos, nos preguntan si somos extranjeros y nosotros decimos que somos leonlandeses y dicen “ah, que bien” y se van. Cuando estamos con otra persona que no sabe ni Esperanto ni alemán, entonces hablamos en español así nos entendemos porque hablar en un idioma que la otra persona no entiende es falta de respeto. Para mí, respeto es también no contaminar el planeta y cuidarlo porque es nuestra gran casa; todos los seres vivos tienen que ser respetados. Cooperación es acá en Leonlandia del Sur, tener las cosas en orden, por ejemplo, hoy con mi primo León, estuvimos limpiando y acomodando todas las cosas del freezer y de la heladera y ordenamos todos los imanes que están en las puertas.

Edelweiss
  
Cuando exista libertad de expresión en todo el mundo, habrá diálogo. Cuando exista libertad para expresar la espiritualidad abiertamente, habrá respeto. Cuando existan convenios económicos que certifiquen a cada nación una vida saludable y apacible para sus ciudadanos, habrá cooperación. Mientras tanto, el diálogo, el respeto y la cooperación sólo se cumplen en un porcentaje menor al deseado; de lo contrario, nosotros los abogados en ejercicio activo de nuestra profesión, no tendríamos tanto trabajo. Al mismo tiempo y como tales, buscamos fomentar el diálogo, el respeto y la cooperación entre las partes, mas la mayoría de las veces nos vemos coartados en nuestras intenciones o de pleno debemos coartarlas porque las circunstancias así lo ameritan.

The Intelektor Kat
  
El diálogo es la conversación sobre cosas importantes o cosas que no tienen importancia. Mucha gente dice cosas que no debería decir, por ejemplo, las malas palabras o cuando la gente grita en vez de hablar, eso no es diálogo. En la escuela dialogamos entre nosotros y con la “Tante” (maestra). El respeto es cuando una persona no molesta a otra o no molesta a un animal y también es respeto cuando las personas no hablan mal de otras porque después vienen las guerras y en las guerras no hay diálogo, los soldados se matan y matan a la gente y así, no hay respeto. Hay que respetar a todas las personas porque todos somos iguales: tenemos dos brazos, pies, piernas, cabeza, corazón y así todo igual. Y la cooperación es cuando ayudás a otra gente a hacer algo, regás las plantas y le das de comer a los animales o cuando comprás algo para la gente que tiene hambre.


Wolfi