Es muy común que el fumador también bruxe, ya que el acto de fumar
implica que hay un deseo insatisfecho; el tabaco cumple el rol de “sanar”
aquello que no se pudo revertir y por lo general está asociado a pequeños temas
de la infancia que, sumados, hacen a un gran problema irresoluto.
De esta manera, y mientras el fumador duerme, al no haber satisfacción
inmediata por el consumo de tabaco, la mente deriva al área de la boca su
necesidad insatisfecha y así aparece el bruxismo.
Desde ya, que existen personas que bruxan y no son fumadoras, pero esa
es otra cuestión más que debe naturalmente ser tratada por terapeutas y
odontólogos.
Siendo nuestro tema central el tabaquismo, veamos qué podemos hacer a
favor de quienes fuman y bruxan, pues tengamos en cuenta que si el tabaco daña
a la dentadura provocando oscurecimiento, sarro, manchas y caries, el famoso
“chirriar de dientes”, como dice la Santa Biblia, afloja y desgasta.
¿Qué podemos hacer para evitar bruxar y fumar? En principio y como
hemos dicho en páginas anteriores, no fumar en el dormitorio y menos aún, fumar
en la cama, eso tiene que estar totalmente prohibido. Dejemos de lado que es
muy desagradable que el dormitorio huela a restos de cigarrillos y humos porque
todo se impregna, inclusive el colchón (¡y ni que hablar de frazadas o
acolchados!) y vayamos a la peligrosidad que implican las cenizas del
cigarrillo ardiendo en un cenicero al lado de la cama, donde, a diferencia de
hace cientos de años, toda la ropa de cama es altamente combustible por el
contenido de fibras sintéticas. Por ejemplo tenemos telas tales como: poliéster,
acrílico, rayón, nailon, cuya utilidad es, por un lado abaratar costos y por el
otro, aumentar la durabilidad ya que las polillas no atacan este tipo de telas
con facilidad, resisten a los hongos de la humedad, no encogen con el lavado, y
además se lavan y secan fácilmente. Por lo tanto, queda, repito, totalmente
prohibido fumar en la cama y así, en el dormitorio. Ya que nuestro dormitorio y
cama deben tener aromas agradables que ayuden al buen descanso, vamos a
sumarles algunos elementos más que contrarrestarán el bruxismo:
1. No fumar antes de ir a dormir;
2. Lavarse bien los dientes con un cepillo de cerdas suaves y hacer
masajes en las encías;
3. No comer alimentos duros y / o crocantes antes de ir a dormir; con
esto me refiero a confites, maníes, nueces y todo tipo de frutos secos, carnes
duras que soliciten mucha masticación, semillitas de girasol, corn flakes, rice
flakes, etc.;
4. No consumir gomas de mascar y caramelos de goma antes de ir a dormir
(no se trata aquí del tema de las caries, pero sí se trata que cuanta mayor
exigencia de masticación, por eso el punto Nº 3, tanto más bruxaremos al
dormir);
5. Evitar películas, juegos y literatura de terror, horror y espanto
antes de ir a dormir.
Espero que estos pequeños tips te sirvan para alejar el bruxismo y el
tabaco de tu vida.
Nele Fox Talbot
Nele Fox Talbot
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