Siempre que anida una pareja de palomas en nuestros balcones, es una fiesta.
Durante dos largos meses la pareja puso sus huevos, de los cuales solo nació un pichón al que los leonlandesitos bautizaron como "Pollo Pirincho".
Pollo Pirincho fue creciendo, cambiando el plumón por verdadero plumaje y un día comenzó a aletear.
Clausuramos el balcón tanto para humanos como gatitos y perritos para que Pollo Pirincho se sintiera a gusto con sus primeros pequeños vuelos, hasta que una mañana muy temprano lo vimos volar perfectamente desde nuestro balcón a los de los vecinos de enfrente y luego, alzó vuelo y se fue a la Plaza Pringles, donde seguramente todavía debe estar y hasta quizás nos venga a visitar y de haber crecido y cambiado su plumaje totalmente, ya no lo reconozcamos.
¡Que seas muy feliz, Pollo Pirincho!
Durante dos largos meses la pareja puso sus huevos, de los cuales solo nació un pichón al que los leonlandesitos bautizaron como "Pollo Pirincho".
Pollo Pirincho fue creciendo, cambiando el plumón por verdadero plumaje y un día comenzó a aletear.
Clausuramos el balcón tanto para humanos como gatitos y perritos para que Pollo Pirincho se sintiera a gusto con sus primeros pequeños vuelos, hasta que una mañana muy temprano lo vimos volar perfectamente desde nuestro balcón a los de los vecinos de enfrente y luego, alzó vuelo y se fue a la Plaza Pringles, donde seguramente todavía debe estar y hasta quizás nos venga a visitar y de haber crecido y cambiado su plumaje totalmente, ya no lo reconozcamos.
¡Que seas muy feliz, Pollo Pirincho!
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