Cuando un leonlandés está estudiando cocina y practica en casa es realmente una demostración del arte en la mesa, el buen gusto y el deleite del paladar. Los aromas que viene desde la cocina al comedor, nos invitan a una espera ansiosa y cargada de expectativas.
Somos felices, somos dichosos, como dice Teodoro: "somos afortunados", la vida siempre nos sonríe, incluso en días lluviosos como hoy, cuando no podemos ir al club a distendernos y tomar sol.
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