Por Nele Fox Talbot
Los limones, las limas, los pomelos, las naranjas, los quinotos, las
toronjas, todo son amigos de la vitamina C, por lo tanto enemigos del tabaco.
Quienes practican la pesca deportiva y fuman, suelen tener en sus
valijas de pesca algunas naranjas, ya que después de fumar, el único fruto que
elimina por completo el olor del tabaco es la naranja. Si un pescador, encarna
con las manos impregnadas del olor del cigarrillo, los peces huirán de esas
lombrices o isocas porque están envenenadas con nicotina y alquitrán. Este
pequeño truco lo conozco de haber visto pescadores en la costa rosarina hacer
estas pequeñas trampas a los peces. Ahora bien, en vez de hacerles trampas a
los peces, hazte trampa a ti mismo: los cítricos y el tabaco no se llevan bien,
por sobre todo el más fuerte de todos: el limón.
Preparar una limonada para beber en ayunas, fortalecerá tu organismo,
lo prevendrá de resfríos, gripes, anginas, faringitis, traqueo-faringitis y
demás enfermedades que aparecen con el otoño y se multiplican en invierno. Pero
lo más importante de esta práctica es que después de beber un vaso de limonada
o (y aún mejor) el jugo de un limón en ayunas, no tendrás deseos de fumar por
lo menos por algunas horas. Si en tu desayuno incluyes el té y eliminas el
café, tanto mejor pues el café y el tabaco se llevan muy bien; si piensas que
no vas a pode despertarte sin beber una taza de café, cámbialo por mates o mate
cocido. Lo bueno sería, que agregases a tu desayuno un jugo de naranjas, eso te
ayudará a eliminar mejor el deseo de fumar después de desayunar.
¿Por qué el tabaco y el café se llevan bien? Por una sencilla razón:
ambos son sabores fuertes y el paladar del fumador está muy dañado y
comprometido con la degustación, por lo que el fumador necesita sabores muy
intensos para poder saborear una comida o una bebida, de los contrario “no
tendrá gusto a nada”. La concentración de sabor a tabaco en toda la cavidad
bucal interfiere en la degustación de cualquier producto, sea ya un muy buen
vino, un jugo o una gaseosa y ¡ni que hablar de las comidas! Para el fumador
nunca es suficiente el condimento o la sal; por esto mismo el riesgo de
enfermedades cardíacas aumenta en el fumador, no solo el propio tabaco, sino
por la necesidad de salar más aún todos los alimentos.
Entonces: un jugo de naranjas acompaña muy bien a un desayuno
saludable; si consigues toronjas, verás cuán aromáticas y exquisitas son,
poseen un sabor similar a los pomelos pero son más dulces. Si te agradan las
limas y tienes tiempo por las mañanas para desayunar a gusto, prepárate tu
propia gaseosa lima-limón:
Jugo de dos limas
Jugo de un limón
Soda
Una cucharadita de
stevia o azúcar impalpable
Coloca en un vaso de trago largo el jugo de las dos frutas, agrégale
stevia o azúcar impalpable y luego le das un toque largo de soda; si hace
calor, agregas hielo y a empezar el día con toda la dulzura de los amigos cítricos!
Que tu vida se llene de energías renovadas cada día y que puedas dejar
de fumar.
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