Por Zenya Klostenmayer
Nosotras, las chicas leonlandesas, siempre
tuvimos en nuestras carteras, bolsos y mochilas alcohol en gel.
Cuando por ejemplo, salíamos de la escuela
e íbamos a una heladería, en ninguna había jabón líquido, estaba el dispenser,
pero vacío. Entonces, lo mejor era y es, ir a la farmacia y comprar el propio
frasquito de alcohol en gel y colgarlo de la mochila o llevarlo dentro de la
cartera, de modo tal de poder desinfectar las manos antes de tomar un helado.
Una cosa que para nosotras, las
leonlandesas, siempre fue muy importante, es quitarnos los zapatos al entrar a
nuestra gran micronación, porque los zapatos, así nos enseñó Oma Frida, tienen
de todo tipo de gérmenes y suciedades de la calle que se adhieren a la suela y
una, sin darse cuenta la mete dentro de la casa. Cuando la Oma Frida era niña,
vivía en Suiza y allá, por el tema de la nieve, hay que sacarse los zapatos al
entrar porque sino, se mojan todas las alfombras. Nosotros, los leonlandeses no
tenemos alfombras porque tenemos loza radiante, así que no es necesaria; en
invierno el piso está calentito.
Algo más que deseo comentar, es que es muy
útil sacarse los zapatos al entrar a la casa porque la gente sucia masca
chiclets y los escupe y se pega en las suelas o los hombres que son asquerosos,
escupen sus inmundicias de la garganta al suelo y todo se llena de virus,
bacterias y toda clase de porquerías. Una vez que uno se descalza y se pone las
pantuflas o decide estar descalzo, hay que llevar los zapatos o las zapatillas
al lavadero y lavar las suelas con un cepillo y detergente para que toda la
mugre se vaya y no queden todos los gérmenes allí en las suelas.
Si no te gusta estar descalzo, un buen par
de pantuflas arregla el problema. Yo tengo unas pantuflas que son con carita de
osito, son re-tiernas, las adoro!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario