jueves, 19 de marzo de 2020

Alcohol en gel y otras cosas



Por Zenya Klostenmayer

Nosotras, las chicas leonlandesas, siempre tuvimos en nuestras carteras, bolsos y mochilas alcohol en gel.

Cuando por ejemplo, salíamos de la escuela e íbamos a una heladería, en ninguna había jabón líquido, estaba el dispenser, pero vacío. Entonces, lo mejor era y es, ir a la farmacia y comprar el propio frasquito de alcohol en gel y colgarlo de la mochila o llevarlo dentro de la cartera, de modo tal de poder desinfectar las manos antes de tomar un helado.

Una cosa que para nosotras, las leonlandesas, siempre fue muy importante, es quitarnos los zapatos al entrar a nuestra gran micronación, porque los zapatos, así nos enseñó Oma Frida, tienen de todo tipo de gérmenes y suciedades de la calle que se adhieren a la suela y una, sin darse cuenta la mete dentro de la casa. Cuando la Oma Frida era niña, vivía en Suiza y allá, por el tema de la nieve, hay que sacarse los zapatos al entrar porque sino, se mojan todas las alfombras. Nosotros, los leonlandeses no tenemos alfombras porque tenemos loza radiante, así que no es necesaria; en invierno el piso está calentito.


Algo más que deseo comentar, es que es muy útil sacarse los zapatos al entrar a la casa porque la gente sucia masca chiclets y los escupe y se pega en las suelas o los hombres que son asquerosos, escupen sus inmundicias de la garganta al suelo y todo se llena de virus, bacterias y toda clase de porquerías. Una vez que uno se descalza y se pone las pantuflas o decide estar descalzo, hay que llevar los zapatos o las zapatillas al lavadero y lavar las suelas con un cepillo y detergente para que toda la mugre se vaya y no queden todos los gérmenes allí en las suelas.

Si no te gusta estar descalzo, un buen par de pantuflas arregla el problema. Yo tengo unas pantuflas que son con carita de osito, son re-tiernas, las adoro!





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