viernes, 25 de octubre de 2019

Alienígenas



Por Berwin Fox Talbot

La 1º Dama de Chile, calificó a los manifestantes como "alienígenas"; ella es una persona considerada por nosotros como non grata y jamás se le dará ingreso a nuestra micronación.

Pensar al otro porque protesta y se manifiesta en favor de los derechos avasallados por el gobierno de Piñera & cia. como “una invasión extranjera, alienígena” es despreciar a los propios conciudadanos, quienes cansados de esperar las promesas de sus mandatarios, se decidieron valientemente por salir a las calles y reclamar lo que les pertenece; justicia social, dentro de la cual se enmarcan: derecho a educación pública, libre y gratuita, salud para todos (atención primaria y especializada), posibilidades laborales para todos, junto a ello, condiciones dignas de trabajo y salarios justos, libertad de expresión, libertad de prensa, libertad de circulación (los peajes y los pasajes se han vuelto impagables para los hermanos chilenos)

Lejos de aplacar los ánimos, Cecilia Morel, tal el nombre de la esposa de Piñera, armó con sus lamentables frases una enorme Molotov que estalló en más y más contundentes manifestaciones.

Pero así se expresa la derecha latinoamericana, con desprecio hacia los demás, hacia sus propios votantes, con desparpajo e impudicia; si el padre de Piñera, Don  Manuel José Piñera Carvallo, hubiese podido escuchar los dichos de Morel, habría tomado serias medidas porque fue un hombre aristócrata, culto y de buen pasar que jamás hubiese permitido que alguien de la familia denigrase al pueblo. Y es sabido, que Don Manuel José Piñera Carvallo era un hombre de escasa paciencia para los exabruptos y brutalidades.

Es triste asistir a la decadencia moral de los mandatarios. Si hubiesen deseado ser aunque más no fuere por un instante un poco considerados y decentes no habrían lapidado a los propios, no habrían destruido puestos de trabajo, no habrían aniquilado la educación pública, no habrían nombrado a los otros como alienígenas, no habrían pensado en “recortar los propios privilegios y repartir”; es tarde para repartir, es tarde ya para acordarse que el otro es también un ser humano; ahora a renunciar y soportar los juicios políticos que se les vendrán encima.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario