Lamento que no se haya incluido en la agenda cadena
perpetua para femicidas y violadores; que alguien se arrogue el derecho de apoderarse
del cuerpo de una mujer, una niña o un niño es inconcebible.
Si el sistema judicial funcionase como es
deseable, impartiendo justicia, no mirando hacia el costado, toda mujer que
sufre un abuso, debería recibir inmediatamente la píldora del día después para
no quedar embarazada, pero como la justicia argentina se mira el ombligo, si en
algún juzgado hay reservas de píldoras para el día después, seguramente las
utilizan para tapar las propias inmoralidades.
Me hubiera gustado que se agregase que toda
pareja que desea interrumpir el embarazo tenga contención psicológica antes y
después del aborto.
Al no haber salido la ley de interrupción
voluntaria del embarazo, se avala el aborto clandestino y se asegura la muerte
de “las dos vidas”.
El derecho de pernada o Ius primae noctis
existe desde la colonia en Salta, Jujuy, La Rioja y Catamarca, pero contra esto
nadie se expidió. Que una niña de 8 o 12 años hija de un peón, sea violada por
el patrón de estancia a posteriori o a priori de su primera menstruación, nos
ilustra la mentalidad feudal depravada que impera aún en muchas provincias
argentinas.
El aborto clandestino existió y existe desde hace
cientos de años. En un antiguo claustro monacal de Francia y otro en Irlanda, se
encontraron gran cantidad de osamentas humanas pequeñas: eran fetos producto de
abortos. ¿Qué dice el cristianismo sobre esto?
El senador Alfredo De Angeli votó contra el
aborto porque sus campos en Entre Ríos los fumiga con glifosato. Él no necesita
de una ley que avale la interrupción del embarazo porque lo hace el glifosato
que él utiliza. Ya se sabe que Entre Ríos es la provincia más contaminada del
mundo con glifosato.
Credos, religiones y Estado deberían estar muy separados.
Que exista una ley que regule el marco de la interrupción
voluntaria del embarazo, terminaría con el negocio de los consultorios
clandestinos donde se practica el aborto; esto, pensando en la clase media: las
clases menos pudientes van a un chiribitil inmundo y la práctica se realiza con
cualquier objeto que sirva de instrumental quirúrgico.
Los que hoy se colocaron el pañuelo celeste,
ayer insultaban el plan Qunita y pretendían que los bebés recién nacidos
durmiesen en cunas de cartón “reciclado” sacado de la basura. Y hoy, las mamás
de escasos recursos no tienen nada porque el plan Qunita ya no existe más. Así
se cuida a las “dos vidas”.
Existiendo el aborto clandestino, una mujer que no desea abortar y su pareja, novio, marido sí lo desea y la obliga a hacerlo, se ve sometida a un sistema ilegal y de alto riesgo para su salud, a tal extremo que la puede llevar a la muerte.
Hasta hace unos años atrás, las mujeres de escasos recursos
que quedaban embarazadas eran “planeras que se embarazaban para recibir dinero
del Estado”. La AUH sigue existiendo y mágicamente las “planeras” se
convirtieron en “dos vidas”.
Fuentes:
El derecho de las
bestias en Salta
Des centaines de
foetus découverts dans un monastère aquitain
Hallan numerosos
restos de bebés en una fosa de un convento en Irlanda
Glifosato: leucemia,
malformaciones embrionarias y abortos espontáneos
Qué es y cómo acceder
a Qunita, el programa de asistencia a la madre del recién nacido
PRO: "Las
mujeres pobres se embarazan para cobrar planes"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario